20100129

"Tolerancia"

"Tolerancia"
Comunicadores católicos discriminados


José Alberto Villasana

Aplastante razón tenía el Papa Benedicto XVI cuando, en la primera homilía de su Pontificado, afirmaba que uno de los mayores peligros para la sociedad actual es la “dictadura de relativismo” que se ha enseñoreado de la opinión pública en nombre de la “tolerancia”.

Los mexicanos (y en particular los comunicadores católicos) que vivimos en el Distrito Federal, estamos padeciendo ese fascismo ideológico por el cual los “líderes de opinión” pseudo liberales y dizque de “izquierda”, se molestan cuando expresamos nuestros puntos de vista, con lo cual no hacen otra cosa que demostrar el tamaño de su intolerancia.

Cuando la izquierda trasnochada nos impone a los ciudadanos leyes que atentan contra los principios de la familia y contra la vida (aprobados a espaldas de la consulta popular), solo ellos pueden pontificar mediáticamente, haciendo gala de dogmatismo e intransigencia.

Los casos más recientes los tenemos en la furibunda y visceral reacción en contra del comunicador Esteban Arce, y en contra del pronunciamiento de las 80 organizaciones católicas, representadas por la red Unión de Voluntades, que se manifestaron en apoyo del Cardenal Norberto Rivera por su defensa de la familia y de la vida. Esto por no hablar de la bochornosa utilización de la Academia Mexicana de las Ciencias por parte de su presidenta, Rosaura Ruiz, quien al proyectar sus conflictos personales manipuló esa institución con fines ideológicos y políticos, metiéndola en un debate que, aparte de no haber sido aprobado por todos sus integrantes, no resiste la menor crítica científica seria, al ignorar los más recientes avances en materia de genética humana, poniendo así en entredicho el prestigio intelectual de quienes suscribieron el vergonzoso desplegado del 5 de enero de 2010.

Muy especialmente le preguntamos al Dr. Guillermo Soberón, quien fuera presidente de la Comisión Nacional de Bioética, si a todas aquellas corrientes de pensamiento y profesores universitarios que consideran al embrión humano como un ser humano en ciernes, y que no modifica su genoma humano desde el momento mismo de la concepción hasta su muerte, los declara científicamente equivocados, y si él es capaz de demostrarlo. Si bien es cierto que algunos científicos no consideran que desde el momento de la concepción ya existe un ser humano, hay también multitud de científicos de talla nacional e internacional que sí consideran que desde el momento de la concepción ya existe un ser humano con todo su programa genético completo.

Pero, como ya dijimos, al igual que todos los comunicadores que dogmatizan prejuiciosa y dogmáticamente contra la vida y contra la familia, no pueden ser sometidos a debate o cuestionamiento, porque a quienes no pensamos como ellos inmediatamente se nos tacha de “discriminadores”, “homofóbicos”, “intolerantes” o “retrógados”, cuando en realidad son ellos quienes demuestran ser los que practican el totalitarismo ideológico, exhibiendo además su ignorancia y parcialidad al rechazar el debate antropológico, biomédico, sociológico y moral.

Marcelo Ebrard y sus legisladores perredistas le han apostado muy mal. El cálculo del jefe de gobierno es el de granjearse el apoyo multimillonario de las compañía internacionales (como la Pepsi Cola de su árbol navideño) que traen una agenda extranjera pro homosexual. Cree Marcelo que su proyecto de convertir al D.F. en una “Gay Friendly City” le va a traer ganancias financieras y simpatías para lanzarse a la presidencia en el 2012. Pero se ha olvidado de que el poder del voto lo tenemos las familias y los ciudadanos, y aunque la Iglesia no nos invitara a votar en contra de él y de su partido, ya hemos tomado esa decisión, y nos encargaremos a toda costa de que se frustren sus aspiraciones para el 2012.

Lo que Marcelo no esperaba es que las iglesias ortodoxas, evangélicas y de otras denominaciones que siguen los 10 mandamientos, se sumaran a la protesta católica. Esto se vino a añadir al descontento judío por las clínicas abortistas Marie Stops International que su gobierno ha permitido proliferar en el D. F., las cuales fueron fundadas por la abortista y esterilizadora Marie Stopes, en cuyo programa Hitler basó su programa de eugenesia. Si al menos el gobierno perredista nos entregara las decenas de miles de cadáveres de los niños abortados para darles cristiana sepultura, pero no, parece que hay muchos problemas, mientras que no existe ningún problema para venderlos a los laboratorios para la fabricación de cosméticos.

Marcelo declaró, desesperado, que “la moral religiosa no debe imponerse en la ley”. En eso estamos de acuerdo, pero queremos preguntarle por qué él sí puede imponer su ideología antinatalista, desintegradora de la familia y pervertidora de la niñez. ¿Por qué no quiso que se hiciera un referéndum sobre temas tan sensibles como el aborto, la unión homosexual y la adopción? ¿Por qué él puede imponer sus ideas y a nosotros no se nos permite ni siquiera exponerlas en un debate abierto y serio?

Los pobres “intelectuales” dizque liberales y “de izquierda” dan pena ajena, pues su manera de engañar a la opinión pública es imponiendo falsos debates. Por ejemplo, difunden que la aprobación, en 18 Estados, de las leyes que defienden la vida desde su concepción, es para “criminalizar” a la mujer, y que esas modificaciones son producto de la misoginia y el conservadurismo. No se han tomado ni siquiera la molestia de leer la Exposición de Motivos y el articulado de esas leyes. Si uno lee, puede constatar que ha sido todo lo contrario: en esas legislaciones se ha introducido la figura de la conmutación de la pena acarreada por el aborto, por varios tipos de servicio social, ofreciendo incluso asesoría médica y psicológica para las mujeres por los traumas que les ocasiona el aborto.

Difunden que la crítica contra el matrimonio homosexual es por “homofobia” o “discriminación”, cuando en realidad el trato hacia dichas personas es verdaderamente de respeto y caridad cristiana por parte de los católicos, existiendo incluso toda una pastoral específica para ellos. Los “intelectuales” y políticos en cuestión ignoran las encuestas que revelan como casi el 80% de los homosexuales son contrarios al matrimonio, por la responsabilidad que acarrea y porque prefieren no ser exhibidos, aparte de la situación que provoca la alta promiscuidad en ese grupo social.

Pregonan con fatua jactancia que quienes defendemos la vida y la familia somos “anticuados”, con lo cual demuestran no haber leído ni siquiera El Estatuto del Embrión Humano elaborado por las diversas academias de la ciencia, ni la Declaración Universal de los Derechos del Niño, o el Pacto de San José, que son algunos de los instrumentos más avanzados en la materia (y no son de la Iglesia).

Ignoran los avances bioéticos de la Academia Alemana de de las Ciencias, o de la Australiana , o de la Española ,o la Francesa sobre el embrión humano, en los cuales el meollo del debate ya no consiste, desde hace varios años, en la identificación de indicios tempranos o tardíos de "humanidad", sino en el reconocimiento de los derechos humanos fundamentales, particularmente del derecho a la vida y a la integridad física desde el primer instante de la existencia, el cual debe ser respetado en virtud del principio de la igualdad. De los avances científicos han surgido leyes, en muchos países, que protegen el embrión, el ser humano indefenso, desde el primer instante de su existencia.

Dicen estar a favor de la adopción de menores porque los homosexuales tienen también el derecho de adoptar, ignorando que las leyes de adopción no obedecen a un derecho de los adultos, sino del menor, al cual se busca asegurar su estabilidad física, psicológica y emocional, misma que se destruye cuando se suprime alguna de las figuras paternas, como lo demuestra el Informe Reckers, del que han derivado varias legislaciones, basado en evidencias científicas que desaconsejan las adopciones homosexuales.

Pretenden engañar a la opinión pública presentando la homosexualidad como “preferencia sexual” de un ser humano “normal”, cuando la American Psicology Asociation, la más grande asociación de psicólogos a nivel mundial, con más de 150,000 miembros, ha logrado ayudar a que un gran número de pacientes superen su desviación, y acaba de publicar, en su más reciente publicación que “los psicólogos pueden ayudarle (al paciente) a construir una identidad que rechace el poder de esas atracciones (homosexuales)”, añadiendo que “el terapeuta no es quien les pone una meta respecto a su identidad, sino que es el paciente quien llega a consulta con su meta a tratar”.

Siguiendo la doctrina de Jesucristo, quien condenaba el pecado pero mostraba cariño y misericordia hacia al pecador, los católicos no nos cansaremos de repetir que la homosexualidad será siempre una desviación contra natura, pues el Creador estableció que la relación de amor fecundo es entre un hombre y una mujer, pero tampoco dejaremos de tratar a las personas que sufren ese padecimiento, con sumo respeto, caridad y comprensión, a la vez que desaprobaremos enérgicamente que se difunda la contracultura homosexual en desfiles exhibicionistas o en textos de escuela para nuestros hijos, tratando de imponer que la mayoría acepte como “natural” la desviación de un grupo minoritario.

A este respecto, felicitamos a la Asociación Mexicana para la Investigación de la Homosexualidad RENACER, por todos los avances científicos en esta materia, y por los inumerables casos de curación obtenidos mediante sus terapias. Son testimonios muy elocuentes.

Queremos dejar de manifiesto que los católicos, particularmente los comunicadores, deseamos que se promueva el debate, y que nuestra intención es que se privilegie la verdad, sin denostar, sin hacer juicios apriorísticos, sin el uso de eufemismos y sin manipular a la opinión pública. Asimismo, nos adherimos a la idea de un estado laico, democrático e incluyente, en el que quepan todas las opiniones y convicciones, en el que no haya la preeminencia de ninguna religión ni ideología, pero que haya espacio para todas, pues la mejor expresión del laicismo es una visión ecuménica y plural de la sociedad. No admitimos que ninguna autoridad o institución se exhiba como dogmática y poseedora de la verdad. Nos oponemos tanto a los dogmas de la religión como a los dogmas de la ciencia, en cuanto a que las posiciones preadoptadas no contribuyen ni a la integración de todos ni al bien común.

Cuando se le preguntó al Secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, sobre el asunto de la denuncia del PRD contra el Cardenal Rivera, el Secretario contestó: “No creo que el silencio sea la respuesta democrática a un debate como éstos”… “La libertad de expresión de fe que tienen las iglesias para propagar sus ideas, sus principios y sus valores, debe ser tan amplia como sea posible”.

Los católicos coincidimos con el señor Gómez Mont en eso: “tan amplia como sea posible”. Ellos quisieran que nadie los cuestionara, pretendiendo que se coarte la libertad de expresión. Pretenden que esa libertad solo se les garantice a ellos. Pobres pseudocientíficos. Pobres pseudintelectuales. Eso ya se acabó. Diversas acciones que se pondrán en marcha en los próximos meses y años dejarán en evidencia lo errado y lo poco popular de sus posturas dogmáticas, y se verá quiénes son los que deben ser denunciados ante el CONAPRED por discriminación…. contra los católicos ¡quién lo dijera!
DIGNIDAD PERSONA HUMANA

Hoy existe una real preocupación hoy por defender la dignidad de la persona humana. Derechos Humanos la reconocen y la promueven.

Verdad irrebatible: Todo ser humano es digno por sí mismo, y debe ser reconocido como tal. Leyes, Economía, Política y Orden social deben garantizar el reconocimiento de la dignidad de la persona humana.

ONU, 10 de Diciembre de 1948, aprobó y proclamo la Declaración Universal de los Derechos Humanos. ‘Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos, y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros’ En 30 artículos, se reafirman los derechos fundamentales del hombre:
dignidad, valor de la persona humana, igualdad de derechos de hombres y mujeres, con independencia de origen étnico, color o religión. Todos los seres humanos nacen libre e iguales en dignidad y derechos. Iguales ante la ley y derecho a la vida, la libertad, la seguridad y al reconocimiento de la personalidad jurídica. Nadie sometido a esclavitud o servidumbre, ni a torturas, penas o tratos crueles. Nadie arbitrariamente detenido, preso ni desterrado. Presunción de inocencia, mientras no se pruebe la culpabilidad. Protección de la ley, contra la injerencia arbitraria en la vida privada, familia, domicilio o correspondencia. Derecho a circular libremente y elegir lugar de residencia. Derecho a nacionalidad, asilo, en caso de persecución. Hombre y mujeres con iguales derechos. Nadie privado arbitrariamente de su propiedad, libertad de pensamiento, conciencia, opinión y religión. Derecho de reunión, asociación y participación política. Libre elección de su trabajo, igual salario por trabajo igual, vacaciones pagadas, protección contra el desempleo. Derecho a sindicarse para defensa de intereses. Derecho a una educación gratuita. Ningún Estado, grupo o persona, puede restringir o suprimir los derechos y libertades proclamados en esta Declaración

Cada persona un misterio. Carácter único e irrepetible, único, incomunicable. Con nombre y apellidos. Dueño de su propia intimidad. Como personas no somos, ni podemos ser jamás un error. Ninguna existencia humana puede ser considerada como existencia equivocada. Cada ser humano capaz de crear, soñar y vivir una vida propia. Dotado del bien precioso de la existencia, libertad, inteligencia, capacidad de amar, de reír, de perdonar, de soñar

Cada persona un misterio. No tener miedo a la verdad de nosotros mismos. No tener miedo a la perfección. No tener miedo de la debilidad del hombre ni de su grandeza.

La dignidad de la persona humana radica en su valor intrínseco. No depende de factores externos. Es valioso por sí … no por su eficiencia. Valor, estima o respeto a sí mismo. La palabra YO apunta a ese núcleo de carácter irrepetible: Yo soy yo. Nadie más es la persona que yo soy. Nadie puede usurpar mi personalidad. Si la dignidad de cada ser humano nace del ser irrepetible… el fundamento de la dignidad de la persona está dentro de ella misma, y no fuera. Por eso tiene valor intrínseco. Esto plantea pregunta inquietante: ¿Cuál es el origen de la persona? ¿De dónde "sale"? Toda persona humana es hija de otra. Si ascendemos la cadena de generaciones interpela el origen … de todos en general. La persona tiene un origen trascendente. Más allá de la genética, la materia.

Todos los seres humanos son personas por el mero hecho de ser seres humanos. No puede haber distinción entre ser humano y persona, es lo mismo. No existe un momento posterior a la concepción en que el embrión "se convierte" en persona. El embrión es un ser humano en potencia y una persona "que está en camino". Materialismo devalúa la dignidad de la persona humana, el sentido del dolor y del sufrimiento, la posibilidad de un más allá de ella, el amor desinteresado,
la respuesta a las grandes preguntas acerca del sentido de la vida.

La dignidad de la persona humana existe, es real y objetiva… independiente y previamente a que sea reconocida por la opinión pública, los gobernantes o leyes. Por ser algo objetivo y previo, todos deben respetar ese valor inviolable

No hay persona sin puertas ni ventanas ... hecho para relacionarse con otros. Los demás son ‘donantes’ de la dignidad propia de la persona humana

La civilización actual presenta una gran cantidad de amenazas contra el hombre y su dignidad, de muy distinto origen. Surge pues, una preocupación urgente por conocer los fundamentos y el respeto a la dignidad del hombre como persona.

Atentados contra la Dignidad Humana: Trata de ser humanos, prostitución (que se justifica como canal de libre expresión, iniciativa comercial, forma de entretenimiento sin reconocer como adicción destructora o amenaza a la vida y a la felicidad)(, guerras, terrorismo, violencia, hambre, pobreza, ancianos abandonados, trabajadores extranjeros despreciados injustamente, hijo ilegítimo que debe aguantar sin razón el pecado que él no cometió, homicidios, injusticia, falta de libertad, mutilaciones, discriminaciones, torturas morales o físicas, conatos sistemáticos para dominar la mente ajena, condiciones infrahumanas de vida, detenciones arbitrarias, las deportaciones, la esclavitud, condiciones laborales degradantes como mero instrumento de lucro, genocidios, exterminio o eliminación sistemática de un grupo social por motivos religiosos, raciales o políticos (Holocausto Judío, Pueblo armenio, Sudán, Etiopía, Ruanda, Somalia, Kosovo), inmoralidad que distorsiona la verdad sobre la sexualidad humana y desnaturaliza la finalidad del acto sexual (CIC 2354), la entrega íntima de un cónyuge al otro.

Aborto presentado como interrupción voluntaria, terapeútico, eugenésico y humanitario, cuando hay vida desde el momento de la concepción. Decidir quién debe y quién no debe habitar la tierra, ¿no es disfraz del terrorismo más despiadado? La idea que existen seres humanos superfluos, de más, clama al cielo. ¡Existe la posibilidad de que nuestra propia vida sea inesperadamente arrebatada por una arbitraria decisión!

La pena de muerte también es amenaza a la dignidad de la persona. ¿La pena capital es igual a justicia? ¿Es también un bien social? Lo justo genera paz, equidad y armonía. Matar en nombre de la Ley (una ley hecha por los hombres) nunca será del todo justa o inmune a la equivocación. Estudios en Estados Unidos de las penas de muerte en el siglo XX han arrojado que ha sido discriminatoria por raza, economía, sexo y posición social

Eutanasia: ¿Buena Muerte? Sólo Dios puede decidir sobre la vida de una persona. Conveniente distinguir eutanasia de:
distanasia (ensañamiento terapeútico) y ortotanasia (tratamientos paliativos)

La procreación artificial de la vida humana también se califica como atentado ya que rompe el vínculo entre acto unitivo y procreativo. Con la fecundación asistida y artificial se producen más embriones de los que luego se implantan. ¿Qué se hace con ellos?

El progreso científico y tecnológico cumple una orden de Dios: ‘Domidad la tierra y sometedla’ Pero surgen nuevas formas de agresión contra la dignidad del ser humano. No todo lo posible es lícito. Opciones antes delictivas y rechazadas por el común sentido moral, llegan a ser socialmente respetables. Y la medicina, ordenada a la defensa y cuidado de la vida humana, se presta cada vez más a realizar actos contra la persona, deformando así su rostro, misión, y dignidad de quienes lo ejercen.

Soluciones falsas e ilusorias por problemas demográficos, sociales y familiares están en contraste con la verdad y el bien de las personas y de las naciones. Trasplantes de tejidos y de órganos gran conquista médica y signo de esperanza, pero su disponibilidad no es teórica, sino dramáticamente práctico: larga lista de espera de enfermos para la única posibilidad de supervivencia. Pocas ofertas no corresponden a las necesidades objetivas

“El cuerpo de cada persona, junto con el espíritu que es dado singularmente, constituye una unidad inseparable en la que está grabada la imagen de Dios mismo Es necesario que ante todo se respete la dignidad de la persona humana y se defienda su identidad personal. (Benedicto XVI, Un don para la vida, Consideraciones sobre la donación de órganos’, Roma, noviembre)

Y sigue la lista, mutilación genital (sólo en África se les practicó a tres millones de mujeres), discriminación racial ante la que las leyes son inadecuadas e insuficientes, torturas.

Personas discapacitadas. «La persona discapacitada, aunque esté herida en la mente o en sus capacidades sensoriales e intelectivas, es sujeto plenamente humano, con los derechos sagrados e inalienables propios de toda criatura humana.
El ser humano posee una dignidad única y un valor singular desde el inicio de su existencia hasta el momento de la muerte natural. «Defender la vida en todas sus fases, desde el inicio hasta el final, es un derecho y un deber de todos, que la Iglesia no dejará de proclamar nunca» (Benedicto XVI)

«El ser humano debe ser respetado y tratado como persona desde el instante de su concepción y, por eso, a partir de ese mismo momento se le deben reconocer los derechos de la persona, principalmente el derecho inviolable de todo ser humano inocente a la vida» (Dignitas Personae, n. 4).

‘Un niño no adquiere dignidad de persona al ser reconocida por las leyes civiles. Ya lo dice la Biblia: Persona es aquél que es conocido por Dios, aquél a quien Dios llama por su nombre. Dios nos conoce desde el seno materno, sus ojos nos veían cuando éramos aún embriones, La ciencia nos dice que en el embrión existe, en desarrollo, todo el hombre, proyectado en cada mínimo detalle. La fe añade que no se trata sólo de un proyecto inconsciente de la naturaleza, sino de un proyecto de amor del Creador’ (Rainero Cantalamessa, 22 junio 2007)

Hablar del respeto a la persona humana señala considerar al prójimo como otro yo, cuidar de su vida y de los medios necesarios para vivirla dignamente, no imitar al rico epulón despreocupado de Lázaro-

Tantas ofensas a la dignidad del hombre … por no tener conciencia clara de qué es el hombre

¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿A dónde voy? Tres preguntas esenciales que lo deciden todo. ¿De dónde vengo? La ciencia se remonta al pasado, pero encuentra imposible llegar al comienzo. La BIBLIA: Dios creador. ¿Hacia dónde voy? Muchos responden hacia la muerte dado el carácter pasajero de la vida. La BIBLIA: Dios espera para que vivamos eternamente con Él. ¿Quién soy?

La ciencia da respuestas parciales e insuficientes. conservar la especie humana. Gozar al máximo de la vida. Hacerse de fama. Pero en el fondo …

‘¿Cuál es el sentido de mi existencia y de ser una criatura humana? ¿Por qué siento esta perenne «inquietud», como solía llamarla san Agustín? ¿Por qué razones debo responder constantemente a las exigencias de la moral, distinguir el bien del mal, hacer el bien y evitar y vencer el mal?’ (Juan Pablo II, Homilia 15 diciembre 1998 Universitarios Roma)

¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿A dónde voy? Estas preguntas suelen estar relacionadas con tres problemas filosóficos:
Dios, el mundo el hombre.

Visión determinista trata de responder diciendo que el hombre no es dueño de sí mismo, sino víctima de fuerzas ocultas del destino. Bajo esta visión, el hombre es un simple títere que no puede cambiar nada de si, ni de su vida, por lo tanto, ¿Para qué hace algo si ya todo está hecho?

Visión psicologista: La persona humana se reduce a un psiquismo y de esta forma, la parte religiosa del hombre es negada y no alcanza a desarrollarse

Visión Economicista con múltiples variantes: Visión consumista: Instrumento de producción y objeto de consumo. Visión dualista: El hombre consiste en: eficacia económica, libertad individual. Visión colectiva (Marx): El hombre existe en y para la sociedad. Según esta visión truncada, centrada en la economía, el hombre debe consagrase a lo material, sin vislumbrar la parte espiritual.

Visión estatista: El hombre vuelve una parte del Estado, trabajo para él y por él

Visión cientista: Sólo se reconoce como verdad lo que la ciencia puede demostrar. Y así el hombre intenta eliminar todo aquello que no es demostrable por sus medios … incluyendo a Dios

Visión socialicista: “Dios ha creado al hombre como un animal sociable, con la inclinación y bajo la necesidad de convivir con los seres de su propia especie, y le ha dotado, además, de lenguaje, para que sea el gran instrumento y lazo común de la sociedad." John Locke

Visión existencialista: Al rechazar la distinción entre sujeto y objeto desvalorizan así el conocimiento intelectual y niegan toda posibilidad de definir al hombre. “El hombre es un ser arrojado a la existencia” (Jean-Paul Sartre)

Tomas Hobes (s. XVIII): “... el hombre es lobo para el hombre... el hombre es malo por naturaleza”

Blaise Pascal: "El hombre es una caña, la más débil de todas, pero una caña que piensa"

Friedrich Nietzsche: "El Hombre, en su orgullo, creó a Dios a su imagen y semejanza“ "El hombre es una cuerda que conecta al animal con el superhombre, una cuerda sobre un abismo" "Lo más grande del hombre es que es un puente y no un fin"

Mark Twain: "El hombre es la creatura que Dios hizo al final de una semana de trabajo, cuando ya estaba cansado.“ "El hombre es un experimento; el tiempo demostrará si valía la pena."

Cada definición errónea al carecer del sentido de lo que realmente es hombre. ¡Olvidan la base!

¿Qué es el hombre? ¿Qué es la persona humana? Y aquí nos encontramos con muchas definiciones de personas:
Psicológica, etico-axiológica, relacional, ontológica (que alcanza el fondo último de la persona)
El hombre no es simple exterioridad. Por más diversos que puedan ser los hombres en el exterior, son seres humanos y no resultado libre de la naturaleza (Darwin) El hombre es ‘sustancia individual de naturaleza racional’ (Boecio) Santo Tomás de Aquino dirá: Subsistente individual de naturaleza racional. Sustancia es la primera categoría de Aristóteles. ente que es en sí mismo, que pertenece a si mismo. El accidente es lo que es en otro. Sustancia individual: INDIVIDUO. El SUBSISTENS de Santo Tomás es una sustancia individual que forma UN TODO COMPLETO

Hay seres sustanciales individuales, es decir, individuos subsistentes que no son personas. La diferencia que permite denominar persona a un individuo es la racionalidad. Se precisa la naturaleza racional. La naturaleza racional, propia sólo del hombre, se distingue en: capacidad de estar presente a sí mismo, autoconciencia, autodeterminación

¿Y los ángeles? ¿Son personas? No poseen naturaleza racional sino intelectual: Intuitiva y atemporal. Por el contrario, la naturaleza racional en el hombre es: discursiva y temporal

Cuando el hombre no ejercita la autoconciencia ni la autodeterminación … ¿deja de ser persona? La persona no pierde la propia constitución si no las ejercita. La primera constitución de la persona es la profundidad sustancial de la persona que deriva de la naturaleza racional. La segunda constitución es el ejercicio de autoconciencia y autodeterminación

El hombre es unidad de cuerpo y alma. Por su razón y entendimiento supera a los animales. Lo propio y específico del hombre es la experiencia y la comprensión. El hombre es fin en sí mismo. Con diversas facultades corporales y espirituales, conoce lo material, lo espiritual y lo divino. Es persona y por estar consciente de ello, es superior a todo lo demás. Dispone a su servicio, transforma, domina. ¡Todo lo creado para él!

La vida es el don excelente, mayor y mejor de la persona humana por lo que prevalece sobre hurto, violación derrota, heridas. Sostener y defender la propia vida lo mejor posible, a pesar de contrariedades

El hombre es ser compuesto de cuerpo y alma. En el cuerpo humano se encuentran los sentidos: vista, olfato, gusto y tacto. En el alma se detectan facultades superiores: razón, intuición, voluntad entendimiento, conciencia y memoria. El hombre no es el cuerpo solo o el alma sola. Consta de alma y cuerpo. No es el alma todo el hombre, sino la parte más noble. No es todo el hombre el cuerpo

Para San Agustín, la persona es un ser con capacidad de autorreflexión, de interiorización. El hombre como ser racional tiene ideas universales, juzga, razona, obra libremente, tiene historia, distingue entre el bien y el mal, lo bello y lo feo, lo conveniente de lo inconveniente, lucha por desarrollarse con sus diversas facultades físicas y espirituales, destina espacios para su esparcimiento, reparte su tiempo, auiere lucha y construye un medio mejor al que él tuvo para heredarlo a sus descendientes

Santa Catalina Siena (1347-1380)
En las manifestaciones del Señor a Santa Catalina le revela que Dios en su Divina Providencia quiso otorgar a los seres humanos memoria, entendimiento y voluntad para su provecho … Memoria para que pudiera recordar los dones, inteligencia para que en la sabiduría de Jesús comprendiera y conociera cuál es la voluntad de Dios y voluntad para que pudiera amar y tuviera parte en el amor que es el Espíritu Santo. Así, al hombre le es posible amar aquello que con su inteligencia conoce y contempla (Liturgia de las Horas t IV Pag 460-461, Diálogo Santa Catalina Siena

Lo exterior tiene su importancia, pero las sensaciones y experiencias exteriores tienen que ser asumidas y asimiladas por el interior. Así lo maneja San Agustín a lo largo de su extensa obra: ‘De oración de la boca a la oración con el corazón, del hombre corporal al hombre de palabra de Dios, de la mirada exterior al deseo interior, de una herida corporal a la herida del corazón, de perdonar con palabras, al perdón del corazón’ (Tarcisio Van Bavel, Cuando el corazón ora, OALA 2001, PAG 52-53)

La posibilidad de razonar y de entender está al alcance de todos: Da la posibilidad y libertad para que sus actos sean buenos o malos de acuerdo a su elección. No necesariamente buenos por el deber (Kant) No convenientes por deseables (Fromm)

Los actos humanos dependen de los humanos no de las influencias externas del hombre. Hay en el hombre todo el mérito y posibilidad de ser premiado o castigado, dependiendo de los actos voluntarios y libres que elija

PERSONA lleva la idea de ser pensante e inteligente, capaz de razón y reflexión. Puede considerarse a sí mismo como el mismo. El hombre es una persona humana

CONSTITUCIÓN PSICOLÓGICA DE LA PERSONA:
Ente consciente de sus actividades. El YO, o sujeto psíquico de las actividades, el mismo ente sustancial humano consciente de dichas actividades. El término PERSONA designa la constitución ontológica. Para indicar la constitución psicológica se utiliza el término YO. El YO pertenece al orden psicológico. La persona pertenece al orden ontológico. El YO es por lo que la persona se capta como existente. Pensar el YO es pensar ‘yo-existente-aquí’

Ontológicamente el ente tiene facultades y órganos. Psicológicamente es consciente de sus actividades. El Yo se descubre como Yo, como sujeto autoconsciente .. allí donde el objeto de conocimiento es el Yo mismo (auto conocimiento (reditio) Este Yo conocido es persona en el sentido metafísico del término. Yo subsisto porque soy quien actúo, aquel al cual pertenece la actividad: sensible, intelectual, volitiva

Demos un paso más:

De lo QUE ES EL HOMBRE (objeto de estudio) A QUIEN ES EL HOMBRE

Las visiones: Psicologista, economicista, consumista, dualista, colectiva, estatista, cuentista, socialista, existencialista intentan decir lo que es el hombre no QUIEN ES. Cosifican al hombre. No abarcan la totalidad. El hombre no es lo que es. ES UN QUIEN. El hombre se da cuenta que no es ALGO es ALGUIEN. El mundo cosifica. Somos estadística … no personas. Terremoto Haití: Enterrados 150,000, Heridos: 250,000 Amputados: 400 Damnificados: 1,500,000 Bajo escombros: ¿? ¡Un solo muerto en Haiti debería impactarnos!

SOY UN QUIEN. Soy único e irrepetible. Dios es el que personifica. Llevo el aliento de Dios. SOY IMAGEN Y SEMEJANZA DE DIOS

Elogio de la dignidad
“La dignidad de la persona humana es el fundamento de todos los otros valores. Esta dignidad pertenece a todo hombre de manera tan propia e inviolable que nada, excepto sus elecciones libres y responsables, puede realmente anularla.
Respetar y promover esta dignidad es, ante todo, la tarea y la responsabilidad de cada persona. La dignidad ordena un empeño de restauración, liberación y curación y también tiene la fuerza de un mandato que prohíbe cualquier violencia, humillación y manipulación. La dignidad es el fundamento de todos los derechos humanos y es, a la vez, el derecho más importante de todos” Guido Gatti, Ética de las profesiones formativas.
Vayamos más a fondo ¿Qué es el hombre? ¿Quién es el hombre? “Conócete a ti mismo”

"El Hombre es todo entero la obra del Creador" (Pío XII) Nadie conoce tan bien al ser humano como el que lo creó. Preguntemos pues al Creador: ¿Quién dices quien soy? ¿Qué me puedes decir para que pueda entenderme mejor?

La Tierra desnuda y vacía, Dios todavía no había traído la lluvia. Y Dios creó al hombre: “Tomó polvo del suelo y le insufló el aliento de vida; y el hombre se convirtió en un ser viviente”.

Aliento de vida … buena pista y respuesta a de dónde vengo

“El ser humano brota de la tierra y de sus potencialidades. En esta exposición se vislumbra algo parecido a la evolución. Pero no se queda ahí. Se añade algo que no procede simplemente de la tierra, ni tampoco es producto de un desarrollo posterior, sino algo radicalmente nuevo: el aliento del mismo Dios. Lo esencial de esta imagen es la dualidad de la persona. Muestra tanto su pertenencia al cosmos como su relación directa con Dios. La fe cristiana afirma que lo que aquí se dice del primer hombre es aplicable a cada ser humano. Cada individuo tiene un origen biológico por una parte, pero por otra no es el mero producto de los genes existente, del ADN, sino que procede directamente de Dios. El ser humano lleva el mismo aliento de Dios. Ha sido creado a imagen de Dios, es capaz de superar lo creado. Es único. Está en los ojos de Dios y unido a Él de manera especial. Con el ser humano se introduce realmente en la creación un nuevo aliento, el elemento divino. Ver este particular ser creado por Dios es muy importante para percibir la unicidad y dignidad de la persona y, con ello, la razón de todos los derechos humanos. Confiere al ser humano el respeto a sí mismo y a los demás. En él está el aliento de Dios. No es una mera combinación de materiales, sino una idea personal de Dios.” (Joseph Ratzinger, Dios y el Mundo)

Consecuencias enormes
El hombre es en un principio el fruto y la herencia de lo anterior a nosotros. Existe el precioso hecho de que nacemos del amor. Dos seres humanos se unen en el consentimiento y se donan unos a otros engendran una nueva vida. La vida en sí misma es una invitación del amor al amor. Por ser fruto del amor de los padres o por el hecho de uno mismo … ¡Somos obra del amor! Se disipa la tragedia o el sinsentido de la vida.

Quien no es consciente de su principio puede perder la orientación de la vida. Corre el peligro de la duda y vacío existencial. ¿Qué es una meta sin la marca de salida? La meta tiene un sentido porque el final de un camino tuvo un principio. Saberse y reconocerse como hijos del amor nos da orientación y ante todo identidad. La dignidad de la persona está en su origen que es el amor. El hombre no sólo se debe sentir como “substancia racional de naturaleza racional” Es hijo del amor … y un amor dado desde la eternidad. Y si todo ser humano es fruto del amor … por ende sus facultades (inteligencia, voluntad y libertad) y capacidades están al servicio del amor. Descubrirse amado es esencial para poder amar y amarse, respetar y respetarse. Y amándose el hombre y amando a los demás, es co-creador. Todo se hace en el amor con que Dios ha hecho la creación

VALOR ABSOLUTO DE LA PERSONA HUMANA

Abierta a lo Absoluto, en necesidad de relación con lo Absoluto. El hombre en cuanto ser espiritual (propiedad esencial), dotado de inteligencia y voluntad está abierto al infinito. Tiende a superar todo límite, a ir siempre más allá de lo que ya ha conquistado o alcanzado. La estructura misma del hombre, inteligente y libre, nos permite afirmar el carácter absoluto de la persona. La misma inteligencia y voluntad están en sí mismas abiertas al Absoluto

INTELIGENCIA
La inteligencia está abierta al Absoluto. Capta el ser en cuanto ser; capta lo finito en el horizonte de lo infinito y tiene un deseo infinito de conocer. La inteligencia humana no sacia su sed de conocer e indagar. Quiere conocer siempre cosas nuevas y escudriñar campos inexplorados. Potencia cognoscitiva ilimitada: Cualitativamente y cuantitativamente. No sólo tiende a conocer cosas nuevas, sino se inclina también a conocer mejor y más profundamente cuanto ya conoce. El hombre, con su inteligencia, sólo encontrará su satisfacción si pudiera conocer la verdad absoluta e infinita.

VOLUNTAD
La voluntad tiene una apertura infinita. No puede abarcar el bien infinito, pero no se contenta nunca con el bien alcanzado. El hombre siempre tiende a un bien nuevo y mayor. La inteligencia es potencia ilimitada de la verdad, la voluntad es potencia ilimitada del bien. A la voluntad humana sólo le satisface el gozo del bien ilimitado y absoluto. La voluntad está abierta al Absoluto porque el objeto de la voluntad es lo que le presenta la inteligencia: Abierta a lo absoluto. Su objeto es el ser. El ser es el objeto de la voluntad, y sobre todo el Ser que realiza la plenitud del ser.
Sólo Dios es Verdad infinita y absoluta y Bien ilimitado y absoluto. Luego, sólo Dios puede saciar la sed infinita de verdad y bien que es propia del ser espiritual: de la persona

Esta apertura del hombre, en su inteligencia y voluntad hacia lo infinito nos permite afirmar que la persona es fin en sí misma y tiene un valor absoluto. En su inteligencia y voluntad, abiertas al Absoluto, la persona participa de dicho valor.
No necesita de otros seres intermedios . En este sentido podemos decir que la persona es fin en sí misma. Encuentra la razón de ser: En sí misma y en su participación del Absoluto.

La misión de la persona, su fin, es la propia realización. La razón de su existencia no está en ser medio, sino ser fin en sí, porque de algún modo realiza ya en sí misma el fin absoluto que es Dios. Los animales, las plantas.., por el contrario, son sólo medios, no son fines en sí mismos. No encuentran en sí mismos la participación del Absoluto, sino sólo a través de la persona. El valor eminente de la persona, su dignidad, que prohíbe hacer de ella puro medio se funda en esta apertura al ser en virtud de la cual el espíritu es espíritu. En realidad, el único ser que es fin en sí mismo, en sentido estricto, es Dios. La persona humana es fin en sí misma sólo en cuanto que está ordenada a Dios. Sin embargo conviene aclarar que la persona no es medio ni siquiera para Dios. Dios no tiene necesidad de medios. Así, por un lado, la persona es relativa, ya que depende de Dios. Por el otro es absoluta, porque una vez querida por Dios, lo es de forma absoluta

La persona es, pues, fin en sí. Es autónoma: Esta es su auténtica dignidad, porque ha sido creada de tal modo que puede orientarse por sí misma al Absoluto

IMPLICACIONES Y CONSECUENCIAS ENORMES

Si la persona es fin en sí misma, nadie puede utilizarla como medio. Dios mismo le confiere un valor absoluto desde el momento de la creación, y ni siquiera Él puede utilizarla como medio. El acto creador de Dios es un acto absoluto de su voluntad: Quiere así a la persona. le confiere el poder de autodeterminarse . El valor y dignidad de la persona humana le vienen, en último término de Dios, que la quiere y la crea así. De aquí los derechos de la persona. Compete a la persona, en sí misma, alcanzar la propia realización. Debe recorrer el camino que la lleve a la plena realización con: cciones libres y consientes, vivir el bien y la verdad. Sólo así puede caminar hacia Dios. El valor absoluto de la persona es el fundamento próximo de la ética. El fundamento último es Dios

CEC 1700
La dignidad de la persona humana está enraizada en su creación a imagen y semejanza de Dios (artículo 1). Se realiza en su vocación a la bienaventuranza divina (artículo 2) Corresponde al ser humano llegar libremente a esta realización (artículo 3). Por sus actos deliberados (artículo 4), la persona humana se conforma, o no se conforma, al bien prometido por Dios y atestiguado por la conciencia moral (artículo 5). Los seres humanos se edifican a sí mismos y crecen desde el interior. Hacen de toda su vida sensible y espiritual un material de su crecimiento (artículo 6). Con la ayuda de la gracia crecen en la virtud (artículo 7), evitan el pecado y, si lo han cometido recurren como el hijo pródigo (cf Lc 15, 11-31) a la misericordia de nuestro Padre del cielo (artículo 8) Así acceden a la perfección de la caridad

Yo tengo dignidad casi infinita, así me la dio el Creador. Es voluntad de Dios que el hombre sea imagen y semejanza de El. Es voluntad de Dios que el hombre sea un reflejo de lo divino. Es voluntad de Dios que el hombre tenga una grandeza imponderable. Es voluntad de Dios que el hombre no tenga valoración con ninguna cosa material. Nada material equivale a esa imagen de Dios que está escrita en cada uno de nosotros. Somos imagen y semejanza divina. Soy único. Directamente querido por Dios. No puedo ser usado. Y viviré para siempre

Nos hiciste, Señor, para ti, y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti" (Confesiones, I, 1).